La gestión responsable de los recursos naturales para conseguir un Sistema Agroalimentario Sostenible

por Beatriz Gutiérrez

En el momento crítico en el que nos encontramos, es imperativo el desarrollo de soluciones para producir suficiente comida a partir de unos recursos muy limitados, transformando nuestro modelo alimentario actual en uno más resiliente y sostenible.


El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, un acto anual que conmemora el aniversario de la FAO y que moviliza la acción mundial en favor de la transformación de los sistemas agroalimentarios hacia un modelo más sostenible, que ofrezca seguridad alimentaria y nutrición para todos, sin comprometer las bases económicas, sociales y ambientales, y garantizada para las generaciones futuras. Con el lema de este año, “El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”, se quiere sensibilizar acerca de la importancia de este recurso natural y de las profundas repercusiones que una gestión responsable del agua ejerce sobre nuestros sistemas agroalimentarios.

El agua: Nuestro mayor recurso natural

Se estima que para 2050 la población mundial superará  los 9.000 millones de personas. Necesitamos producir suficiente comida  para alimentar a esa población en aumento. Sin embargo, la tierra cultivable  productiva y los recursos de agua dulce son muy limitados en muchas partes del  mundo. En concreto, solo el 2,5% del agua de la Tierra es agua dulce y el 75% de la misma está destinada a la agricultura.

El cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos se han disparado y las catástrofes se han cuatriplicado desde la década de 1970. El 74% de los desastres ocurridos en los últimos 20 años involucran al agua, ya sea por exceso (las inundaciones se han duplicado desde el año 2000) o por escasez (el número y duración de las sequías se ha incrementado en casi un tercio). 

El agua es un recurso imprescindible para la producción de alimentos y, por lo tanto, para la vida.

Los sistemas agroalimentarios son muy vulnerables a estos fenómenos climáticos extremos, a los conflictos bélicos, y la contracción económica. Estos factores, combinados con la urbanización y los cambios en los patrones de consumo, siguen poniendo a prueba la producción de alimentos nutritivos, inocuos y asequibles para todos.

En la actualidad, lograr la sostenibilidad en la producción de alimentos es uno de los retos más importantes a nivel mundial y que, a su vez, dará pie al desarrollo de soluciones frente a otros retos como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la malnutrición, la pobreza, etc.

Se deben promover políticas respaldadas por una mayor inversión, legislación, tecnologías, enfoques innovadores y fortalecimiento de las capacidades. Esto incluye más inversión e investigación en riego eficiente, tratamiento y reutilización de aguas residuales, por ejemplo, pero también enfoques de economía circular y ordenación integrada del agua y el suelo. Aprovechando la ciencia, la tecnología y la innovación podemos transformar nuestros sistemas agroalimentarios y construir un futuro de la alimentación para todos.

Las empresas y la gestión de los recursos naturales:  Producir lo mismo o más con menos 

En el momento crítico en el que nos encontramos, caracterizado por un crecimiento exponencial de la población, un aumento dañino de la temperatura global, sequías y una enorme pérdida de biodiversidad, la alimentación será una de las primeras víctimas del cambio climático. Dada su posición e importancia, el sector agroalimentario tiene un papel esencial en la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles, para asegurar el abastecimiento de alimentos seguros, asequibles, de alta calidad y nutritivos.

Las empresas alimentarias deben convertirse en custodias de los recursos naturales y asumir compromisos para:

1) Mejorar la eficiencia en su uso. La optimización de procesos y de las cadenas de suministro a través de la transformación digital, permiten mayor trazabilidad de producto y mejorar la seguridad alimentaria. Además, el uso de estos datos y conocimientos garantiza una mejor toma de decisiones en torno a los recursos naturales utilizados.

2) Reducir, recuperar y  reciclar los recursos naturales en toda la cadena de suministro. Reducir la contaminación en una empresa incluye reducir el empleo de productos químicos tóxicos y mejorar el tratamiento y la reutilización de las aguas residuales.

3) Prevenir el desperdicio alimentario, impulsando la economía alimentaria circular  o neto cero, a través de la agricultura regenerativa y la disminución de la pérdida de alimentos en las etapas de producción.

Estos aspectos benefician a la naturaleza y a la sociedad, pero también a las propias empresas, de manera económica e incrementando su reputación. Además, el hecho de tomarse en serio la gobernanza del agua puede ayudarlas a evitar los riesgos de situaciones de escasez de agua, inundaciones, contaminaciones o una normativa regulatoria más estricta en el futuro.


Proyectos de Vitartis

Desde Vitartis facilitamos e impulsamos el desarrollo de soluciones a retos comunes del sector agroalimentario, a través de varias iniciativas:

  • El proyecto  VIAS para la creación de Sistemas Alimentarios Sostenibles en Castilla y León, a través el enfocado en la sostenibilidad y adopción de estrategias de economía circular en el ecosistema de innovación abierta, colaborativa y de transferencia de conocimiento.
  • Los proyectos DELTA y SINERGIA enfocados en la mejora de la eficiencia en el uso del agua y de la energía, respectivamente.
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