La empresa cooperativa de segundo grado Anecoop, socia de Vitartis, arrancó su actividad en 1975. Desde entonces trabaja para, a través de la innovación, llevar a los consumidores nuevos productos que puedan aportar beneficios para la salud mediante su introducción en la dieta. Un ejemplo de ello son las naranjas pigmentadas.
La empresa cooperativa de segundo grado Anecoop, socia de Vitartis, arrancó su actividad en 1975. Desde entonces trabaja para, a través de la innovación, llevar a los consumidores nuevos productos que puedan aportar beneficios para la salud mediante su introducción en la dieta. Un ejemplo de ello son las naranjas pigmentadas.
Y es que cuando se habla de innovación en producto se piensa en algo disruptivo, creado por procesos complejos de desarrollo. En el caso de Anecoop, estos ejemplos de éxito son la sandía sin semillas o la introducción de kaki persimon.
El Grupo Anecoop, que aglutina 70 cooperativas y miles de productores, ha presentado recientemente las naranjas pigmentadas, una nueva línea de productos que acumulan ciertos componentes bioactivos (antocianos y licopenos principalmente) y presentan propiedades diferentes (estéticas, gustativas y nutricionales) a la variedad de naranja que se conoce en España.
Este tipo de fruta ofrece dos variantes: las pigmentadas con un color de la pulpa naranja intenso y las que tienen un color rojo, tanto por dentro como por fuera. Anecoop llevó a cabo un análisis de los productos, evaluó la aceptación en el mercado y decidió comercializar las naranjas pigmentadas con antocianos, que presentan una coloración intensa interna y externamente.
Estas naranjas cuentan con múltiples variantes adaptadas a las zonas donde se producen de manera espontánea. Anecoop decidió importar más de 50 variedades de distintos países para evaluar sus características agronómicas identificando aquellas que facilitan el cultivo en España.. Posteriormente se seleccionó un grupo pequeño de variedades y se pusieron en marcha los protocolos de recolección y conservación para que el producto llegue en las mejores condiciones a los consumidores.
Estas variedades de naranjas, más allá de presentar valor estético, aportan varias novedades que marcan la diferencia. En cuanto al sabor y textura, resultan muy apropiadas para tomar como zumos, aunque también como fruta fresca. Además, destacan por su alto valor antioxidante, dado su elevado contenido en componentes bioactivos, como son las antocianinas y los carotenoides, cuyo consumo aporta reconocidos beneficios para la salud.
El proceso completo de innovación se encuentra en la publicación ‘Alimentos del Futuro’.