Un orgullo y una gran responsabilidad

Pedro Ruiz Aragoneses, presidente de Vitartis



Pedro Ruiz Aragoneses, presidente de Vitartis

La última Asamblea General de Vitartis el 9 de marzo dio el visto bueno al relevo en la Presidencia. Es un orgullo, pero sobre todo una gran responsabilidad, asumir este nuevo reto.

Antes de nada, me gustaría volver a felicitar y agradecer el trabajo de los últimos tres años liderado y presidido de forma magistral por Beatriz Escudero. No solo por los logros obtenidos, sino por la forma de haberlos conseguido y los valores proyectados desde la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León a todos los grupos de interés con los que se ha podido interactuar. Hago extensiva, por supuesto, esta felicitación a toda la Junta Directiva, así como al gran equipo liderado por una de las personas que mejor conoce la asociación: Cristina Ramírez, nuestra directora.

Y, en esta nueva andadura para los próximos tres años, espero estar a la altura de lo que supone esta responsabilidad y estar al servicio de todo lo que la Asociación y nuestros asociados puedan necesitar en lo personal y en lo profesional y en todo aquello que necesite nuestro sector y nuestra región.

En uno de los periodos más convulsos de nuestra historia moderna tenemos grandes retos por delante.

Una de las primeras iniciativas ha sido la creación de un Comité especial de presidentes, reconociendo también la labor de los que me han precedido en el cargo: Carlos Moro, también fundador, Félix Moracho y Beatriz Escudero. El objetivo es analizar y apoyar algunos de los temas más estratégicos de Vitartis y preservar los valores y la esencia de nuestra Asociación. Por supuesto, siempre refrendado con el trabajo de la Junta Directiva y de todos los socios en los momentos que así se exija.

Además, ya estamos trabajando en la primera ronda de contactos y reuniones con todos los grupos de interés y en el diseño de nuestro próximo Congreso, tan pronto como sea posible de forma presencial, pues el primer congreso, coincidiendo con nuestro décimo aniversario, marcó un hito en la Asociación.

Existen, actualmente, tres grandes líneas de trabajo:

Una primera línea continuista con el trabajo realizado hasta ahora y reflejado en un potente y profundo plan estratégico que se aprobó en la última Junta Directiva y se refrendó en la Asamblea de socios. Con tres pilares estratégicos: sostenibilidad, competitividad y responsabilidad. Y desarrollado en 13 planes de acción, abiertos y dinámicos.

La segunda línea es la preocupación que nos ha traído hasta aquí y el afán por situar a la Industria Alimentaria de Castilla y León como una de las señas de identidad de la región, como mostraba la última portada de nuestra revista. No solo como uno de los grandes motores económicos y sociales de la región, sino como uno de los sectores estratégicos y esenciales de nuestra tierra, como se ha podido demostrar históricamente y en especial en el último año. Seguiremos trabajando por ocupar el puesto y el peso que merecemos en nuestra región y fuera de ella.

La tercera línea de trabajo es la preocupación por la proyección nacional e internacional. Conocer, aprender y desarrollar nuestro modelo de asociación en el ámbito nacional y también con otros países para mejorar nuestras buenas prácticas y servir de apoyo y proyección a los socios, al sector y a la región. Destacando el concepto de glocalización, respetando el origen y la identidad local con la visión y la actividad en un mundo globalizado.

Todo ello desde una actitud proactiva y positiva de trabajo y comunicación con todos nuestros grupos de interés, con el fin de sumar y tender puentes para el mejor de los desarrollos y los intereses comunes.

Junto al carácter esencial de nuestra actividad, este último año ha servido para poner de relieve también la transversalidad de nuestra actividad: sector primario, industria y transformación, el sector servicios y las diferentes líneas de distribución. Y ahora, ante un gran reto como es la llegada de los fondos estructurales europeos y nuestra contribución a ayudar a que el reparto y la generación de valor de estos fondos puedan generar el mayor desarrollo económico y social para los sectores más desfavorecidos; y también para apoyar las mejores iniciativas de cara al futuro de nuestra región, junto a otros grandes actores de la Comunidad como Facyl o Empresa Familiar con el fin de aunar fuerzas y aprovechar de manera eficiente los recursos disponibles.

Siempre desde los valores que han marcado y seguirán marcando la identidad de Vitartis: liderazgo, innovación, sostenibilidad, calidad, compromiso con nuestra tierra y nuestros socios, independencia y colaboración.

Desde la ejemplaridad, transparencia y coherencia que defendemos y que exigimos con grandes retos por delante: el cambio climático, la integración de los ODS en la estrategia de la Asociación y de nuestros asociados, la visión responsable desde una quíntuple perspectiva, la innovación y la transferencia de conocimiento como seña de identidad, el dimensionamiento de nuestras empresas,  el desarrollo económico y social de nuestra tierra y la generación de riqueza y desarrollo (especialmente en el medio rural), la digitalización y la integración total de la industria 4.0.

Y, por supuesto, con el foco en las personas contribuyendo y protegiendo la salud, la seguridad y el desarrollo personal y profesional. Desde la cultura colaborativa, construyendo la marca España y Europa; y siendo uno de los principales garantes de la seguridad alimentaria a nivel internacional.

No nos conformamos con que nuestro sector sea sinónimo de supervivencia, como ha demostrado en su crecimiento después de la crisis del 2008 y la actual, sino también de sofisticación y vanguardia. Siempre arraigados y comprometidos con nuestra tierra, sus gentes, su historia y su cultura.

El equipo de Vitartis, y yo mismo trabajaremos por la competitividad y la eficiencia de nuestro sector con el fin de seguir siendo punta de lanza a nivel regional, nacional e internacional. Con otro gran reto también inmediato: evitar que los ERTES declarados en todos estos meses no se acaben convirtiendo en ERES y seamos capaces de detener la destrucción de empleo, abogando por mantener y crear empleo de calidad y fortalecer el tejido productivo de la región.

No puedo evitar terminar sin transmitir mi pésame a todos aquellos que han perdido a seres queridos durante esta terrible pandemia. Y quiero enviar un mensaje de esperanza y ánimo a quienes estéis sufriendo las terribles consecuencias sanitarias, económicas y sociales de esta maldita situación. Y me alegro especialmente por la recuperación de nuestro consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, al que deseamos una pronta recuperación total para poder seguir trabajando por nuestra tierra y su gente.

Y quiero hacerlo recogiendo nuevamente las palabras de una mujer ejemplar en su tiempo, Eleanor Roosevelt: “El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”.

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