Hoy, 29 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, un día en el que se reivindica la necesidad de poner en marcha soluciones innovadoras que permitan cambiar la forma en la que se producen y consumen los alimentos a nivel mundial para conseguir sistemas alimentarios resilientes capaces de satisfacer la creciente demanda de alimentos por parte de la población.
Anualmente se pierden o desperdician en todo el mundo más de 1.700 millones de toneladas de alimentos, lo que supone un tercio de la producción total y un coste económico de más de 780 millones de euros al año.
La FAO estima que la producción de alimentos que terminan siendo descartados consume el 28% de la superficie agrícola mundial y un volumen de agua superior a 250 km3, por lo que es necesario reducir la pérdida y desperdicio alimentario para garantizar el uso eficiente de la tierra y los recursos naturales.
Los alimentos se pierden o desperdician a lo largo de toda la cadena agroalimentaria, pero es en los hogares donde se producen la mayoría de las pérdidas (42%), seguidos de la industria transformadora (39%) y la restauración (14%). Según la FAO, en la industria alimentaria europea, un 12% de los alimentos se pierde o se desperdicia durante la manipulación y almacenamiento previos a su transformación.
En el Informe de Desperdicio Alimentario en la Industria y la Distribución en España, se recogen algunas de las causas que provocan la pérdida o el desperdicio de alimentos en las industrias alimentarias. Las empresas participantes en el estudio destacan como causas principales de generación de pérdidas y desperdicios de alimentos las desviaciones en los estándares de calidad del producto (23%) y las mermas inherentes al proceso de producción (22%).
La mayoría de las empresas participantes en la elaboración de este informe declaran disponer de una estrategia o política enfocada en la lucha contra el desperdicio de alimentos, y promover prácticas destinadas a la prevención e identificación del origen del desperdicio. Tan solo un 8,03% declara no conocer, o no haber investigado, cuáles pueden ser los motivos por los que se este se genera.
Entre las estrategias más comunes que realizan las empresas para dar una segunda vida a las materias primas o productos no aprovechados, se encuentra la generación de subproductos alimentarios, destinados en su mayoría a la alimentación animal; su uso en procesos productivos alternativos; la producción de biocombustibles y la producción de energía eléctrica.
La implementación de estas políticas está alineada con la jerarquía de recuperación de alimentos propuesta por la EPA (United States Environmental Protection Agency), que prioriza las acciones de prevención y reducción del desperdicio de alimentos antes que la gestión de los residuos, y permite constatar el fuerte compromiso de las empresas agroalimentarias españolas con la sostenibilidad económica, medioambiental y social.
La industria alimentaria de Castilla y León tampoco es ajena a los graves perjuicios que supone a largo plazo el uso indiscriminado de recursos y la generación de pérdidas y desperdicios de alimentos a lo largo de toda la cadena de valor agroalimentaria. Esto es algo que quedó patente en la encuesta de sostenibilidad realizada a los socios de Vitartis a finales de 2020 donde se obtuvieron algunos datos muy interesantes al respecto:
El 71% de los socios disponía ya (41%) o estaba en proceso de incorporar (30%) algún programa de gestión ambiental y de reducción de los consumos y de las emisiones.
La mayoría de los socios de Vitartis ha puesto en marcha alguna iniciativa para mejorar la eficiencia en la gestión de la energía que utiliza en sus procesos de producción (72,5%), de los residuos o subproductos generados (57%), del agua (48%) o de otros insumos (plásticos, material de oficina, material de limpieza…), como señaló el 64% de los encuestados.
En Vitartis seguimos trabajando para conseguir una industria alimentaria sostenible desde la óptica de la quinta cuenta de resultados: económica, social, medioambiental, el buen Gobierno y las personas. Es por ello que desde la Asociación se ha promovido la participación en proyectos como GO SAVE FOOD, Mencí3a, BioEconomIA o Reinova SI con el objetivo de fomentar la economía circular, reducir las pérdidas y desperdicio de alimentos e incrementar la eficiencia de los procesos productivos a través de la innovación.
Elsa Álvarez, Sonia González (Técnicos de innovación Vitartis)